Las molestias una vez te mudaste
¿Qué tal un bebé recién nacido que se despierta a las 3 de la madrugada y solo deja de llorar y de gritar pasadas las 7 de la mañana? ¿O que una mascota inquieta y nerviosa que le ladra a todo lo que se mueve y que aúlla cuando la dejan sola? ¿Que un vecino que suele hacer reuniones con sus amigos en casa hasta altas horas de la noche con el volumen de la música al máximo? ¿Cómo se si debo comprar esta vivienda en Santa Cruz?
Los queridos vecinos
Tener un mal vecino, sin duda, es una de las peores pesadillas que te pueden ocurrir. Lo peor, es que nunca sabes cuándo uno de estos personajes va a aparecer en tu vida o si, por el contrario, tú te mudas al que esperas sea un lugar tranquilo y terminas metido en el corazón del mundanal ruido. Esa es de la clase de experiencias que no se le desea ni siquiera al peor enemigo.
¿Casa o departamento?
Lo primero que hay que convenir es que cuando tú compras una casa, así forme parte de un condominio o de un conjunto cerrado, hay una alta dosis de independencia. No sucede lo mismo si, más bien, adquieres un apartamento. Quizás sea más barato, quizás tengas una vista privilegiada, quizás sea justo lo que deseabas, pero no cabe duda de que hay menos privacidad.
¿Eso qué significa? Que la convivencia puede resultar complicada, conflictiva. No todos somos respetuosos de las normas, no todos contamos con el mismo nivel de educación, no todos nos esforzamos por cumplir con los reglamentos internos. El problema es que, aunque sea un edificio con 30 o 50 apartamentos, con un solo vecino molestoso la convivencia se daña.
Investiga, haz preguntas
Por eso, antes de que realicen la compra, siempre les recomiendo a mis clientes que hagan una pequeña investigación. Sí, que al estilo de Sherlock Holmes, pregunten un poco por acá y otro poco por allá, a ver qué descubren. En la oficina de administración, con el personal de seguridad y de oficios varios, con alguno de los vecinos o con el dependiente de un local comercial.
Estas son personas que están en contacto permanente con la mayoría de los residentes, que se enteran de todo lo que ocurre adentro y afuera de esas cuatro paredes, que sin querer queriendo les conocen la vida privada a todos. Por supuesto, si les cuentas que quieres comprar allí y que estás buscando referencias para tomar la decisión más conveniente, te van a ayudar, sin duda.
Pregunta ahora, antes de tomar la decisión
Este es un tema importante que, de manera insólita, muchos de los clientes potenciales suelen pasar por alto. Y, claro, después lo pagan con creces. Sucede porque se concentran únicamente en el aspecto físico de la vivienda, en el estado de las paredes, de las puertas, en fin, y no tienen en cuenta que tan importante como eso, o más, es garantizar que vas a poder vivir tranquilo.
Y con tranquilo me refiero no solo a que no te molesten cuando estás en casa, descansando, o en los fines de semana. La tranquilidad del lugar se manifiesta también en las amenidades y en las comodidades que te ofrece.
Checklist para comprobar si debes comprar esa casa o departamento en Santa Cruz
A continuación, te menciono una checklist con diez categorías que debes aprobar sí o sí, todas, antes de tomar la decisión de comprar tu vivienda en Santa Cruz:
La mayoría de las personas cree que basta con mirar de puertas para adentro a la hora de comprar una vivienda, en especial, un apartamento. Por eso, muchas veces se arrepienten porque descubren que no están en el paraíso que habían soñado. Te cuento cuáles son las diez asignaturas que debes aprobar antes de adquirir el inmueble, para evitar dolores de cabeza.
Localización.
Este es un factor que cada día cobra mayor importancia porque nuestras ciudades crecen, pero lo hacen de forma desordenada y, a veces, en zonas que no cuentan con la dotación adecuada. La experiencia me enseñó que una propiedad puede no haber sido bien cuidada, pero su precio se mantendrá competitivo siempre y cuando esté ubicada en un buen lugar.
Ubicación.
Con esto, me refiero a dónde está la propiedad dentro del barrio, de la urbanización o del edificio. No es lo mismo vivir en un primer piso que hacerlo en un quinto, por ejemplo. No es lo mismo si estás sobre una calle que en la parte posterior. Conozco propiedades a las que el sol les da solo por casualidad y, entonces, la luz natural es escasa. Ten cuidado con esto.
La seguridad.
Fundamental, porque nadie quiere vivir en una zona, una urbanización o un edificio en el que no hay tranquilidad. Y la seguridad, recuérdalo, no depende exclusivamente del cuerpo de seguridad, sino que es una tarea de todos los residentes. Visita el lugar varias veces, a distintas horas del día y de la noche, para darte una idea clara de qué tan segura es la zona.
Acceso a servicios.
El gran dolor de cabeza del ciudadano común en el mundo moderno es la movilidad. De ahí que a la hora de buscar un lugar para vivir sea fundamental asegurarte de que puedes ir caminando al centro comercial, al banco, a la lavandería, a la iglesia, en fin. Es cierto que la mayoría de estos servicios se pueden gestionar por internet, pero hay otros que no.
El colegio de los hijos.
Otra fuente de preocupación frecuente para los padres. Lo ideal es que tu residencia esté a no más de 30 minutos del colegio en el que estudian tus hijos, para que los traslados no sean algo traumático. Esta es una forma de garantizar calidad de vida y también, la seguridad de tus hijos. Aplica igualmente si se trata de muchachos que ya acuden a la universidad.
El estado de la propiedad.
Que la vivienda que te gusta no esté en perfecto estado y quizás requiera algunas reparaciones no es motivo para que la descartes. Ese es un hándicap a tu favor a la hora de negociar, pero también tienes que analizar qué obras son indispensables y cuál es el costo de llevaras a cabo. Si encajan en tu presupuesto, estas mejoras valorizan la propiedad.
Los vecinos (I).
Lo mencioné antes, pero vale la pena recalcarlo. La casa de los sueños no es aquella que te enamora de puertas para adentro. También debes considerar el entorno, porque no eres Robinson Crusoe y no vas a vivir en una isla desierta. Habitar un vecindario ruidoso, sucio, con mala convivencia o con problemas de seguridad es, créemelo, el peor negocio del mundo al considerar comprar tu vivienda en Santa Cruz.
Los vecinos (II).
Lo dicho: no estás solo en el mundo. El edificio en el que vives quizás sea lindo, pero si sus alrededores son la otra cara de la moneda, a lo mejor no sea un buen negocio. Estos son los factores que, sin que puedas evitarlo, pueden desvalorizar tu propiedad. Por ejemplo, que sea una zona en la que abunden los bares o restaurantes, que son fuente de ruidos y molestias.
Los gastos adicionales.
Conozco a muchas personas que se apresuran a firmar el contrato de compraventa y a mudarse a la nueva propiedad sin preguntar por aspectos elementales como el costo de los servicios básicos (agua, electricidad, gas), de los impuestos, o de la administración. Ten cuidado, porque puedes sufrir un descalabro en tu presupuesto.
El valor de la propiedad.
Casi siempre se trata de una inversión importante que, además, es un patrimonio familiar, de ahí que no puedes hacer caso omiso de este factor. Debes saber si esa propiedad es susceptible de valorizarse, inclusive con algunas mejoras, o si, por el contrario, está destinada a perder valor.
Me olvidaba!
Un último punto, que me olvidaba, pero es igual de importante, el trabajo. Mucha gente compra su casa para estar cerca del trabajo. Sin embargo, ten en cuenta que es muy posible que en el curso de tu vida, cambies de trabajo. Por lo tanto, considera que tu casa sea cerca a vías de acceso, pero que no sea la prioridad estar a cuadras de tu oficina al momento de considerar comprar tu vivienda en Santa Cruz.
Los ítems anteriores, por supuesto, inciden en el precio del inmueble.
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